Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre a su médico tratante.
La migraña es un desorden neurológico, más común de lo que parece, con síntomas que van más allá de un dolor de cabeza1.
Se desconoce cuál es la causa de las migrañas, aunque se cree que son el resultado de cambios temporales en las sustancias químicas, los nervios y los vasos sanguíneos del cerebro2.
Alrededor de la mitad de las personas que padecen migrañas tienen un pariente cercano con esta afección, lo que sugiere que los genes pueden desempeñar un papel2.
La Sociedad Internacional de Dolor de Cabeza (International Headache Society, en inglés) es la que clasifica los dolores de cabeza. En su clasificación más reciente, la ICHD-3 (International Classification of Headache Disorders)3 cataloga a la migraña en tres tipos:
- Migraña con aura: es cuando aparecen síntomas o alertas antes del dolor de cabeza como, por ejemplo, problemas de visión, movilidad y habla3. Puede ser que cada síntoma tarde entre 5 y 60 minutos; y que dos o más síntomas ocurran uno después de otro3.
- Migraña sin aura: es la forma más común2. Es cuando el dolor de cabeza aparece sin síntomas de advertencia. El ataque de migraña puede tardar entre cuatro y 72 horas. El dolor se siente solo en una parte de la cabeza y la persona experimenta náuseas, vómito, sensibilidad a la luz y al sonido3.
- Migraña crónica: se da cuando el dolor de cabeza ocurre 15 días o más durante un mes, por más de tres meses3.
¿Cuáles son las formas más frecuentes del aura?
Las formas más frecuentes son el aura visual, que ocurre en aproximadamente el 90% de las personas que padecen migrañas1 y 3.
Por último, pero no menos importante, cabe aclarar que las personas que sufren de migrañas pueden tener tanto episodios con aura como sin1, ya que aproximadamente, tan solo un tercio de los pacientes con migraña experimentan auras1. Asimismo, en algunas personas el aura puede ocurrir sin acompañarse del dolor de cabeza4.
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