Este material es de carácter educativo e informativo únicamente, no sustituye ni reemplaza la consulta médica, y en ningún caso deberá tomarse como consejo, tratamiento o indicación médica. Ante cualquier duda deberá consultar siempre a su médico tratante.
El virus sincicial o sincitial respiratorio (VSR) afecta principalmente a bebés y niños pequeños, siendo el microorganismo más frecuente en causar infecciones en los pulmones y las vías respiratorias. Se estima que la mayoría de los niños habrá experimentado esta infección antes de cumplir los 2 años de edad1.
Es importante destacar que el VSR puede infectar a personas de todas las edades. La propagación del virus ocurre a través de pequeñas gotas expulsadas al aire cuando una persona enferma se suena la nariz, tose o estornuda1.
¿Cuáles son las causas del VSR?
La transmisión del VSR puede ocurrir en diversas circunstancias, independientemente de la edad. Estas son algunas formas en las que se puede contraer el virus1:
- Cuando la persona se encuentra cerca de alguien que estornuda, tose o se suena la nariz y está infectado con el VSR1.
- Al entrar en contacto físico cercano, como tocar, besar o estrechar la mano de alguien que está infectado con el virus1.
- Al tocar superficies contaminadas con el virus (como juguetes o cerrojos de puertas) y posteriormente, llevarse las manos a la nariz, los ojos o la boca1.
- Residir en un hogar donde conviven muchas personas, lo que aumenta las oportunidades de exposición al virus1.
- Tener contacto directo con guarderías, donde existe una mayor probabilidad de transmisión del VSR debido a la interacción cercana entre los niños1.
Una mirada al tratamiento
El tratamiento para el VSR no involucra el uso de antibióticos ni broncodilatadores. Por lo general, las infecciones leves tienden a desaparecer por sí solas. Sin embargo, los bebés y niños que presentan una infección grave pueden requerir hospitalización1.
El tratamiento médico para los casos más graves de VSR incluye medidas como la administración de oxígeno complementario, el uso de aire humidificado, la aspiración de las secreciones nasales, administración de líquidos intravenosos y, en algunos casos, utilización de un respirador o ventilador1.
Ciertos grupos de bebés son más susceptibles a desarrollar infecciones graves por VSR, especialmente si nacieron prematuramente o tienen algún padecimiento como enfermedad pulmonar crónica, sistemas inmunitarios debilitados o ciertas formas de cardiopatía1.
Si se sospecha de una infección por VSR, se pueden verificar los síntomas y detectar las señales que indican la necesidad de buscar atención médica en este material.
Prevención del VSR
Las medidas para prevenir el VSR se orientan, principalmente, para proteger a los bebés:
- Aplicar el lavado de manos con regularidad, especialmente antes de tocar a un bebé, con el fin de minimizar la transferencia de gérmenes1.
- Evitar que los bebés estén en contacto con personas que tengan síntomas de gripe o fiebre. Se les puede solicitar que utilicen una mascarilla para reducir el riesgo de transmisión1.
- Considerar que besar a los bebés puede ser una forma de propagación de la infección por el VSR, por lo que se debe ser consciente de esta posibilidad y tomar precauciones1.
- Mantener a los niños pequeños alejados de los bebés es recomendable, dado que el VSR es muy común en este grupo de edad y se propaga fácilmente de un niño a otro1.
- Evitar fumar dentro de la casa, el automóvil o en cualquier lugar cercano a los bebés, ya que la exposición al humo del cigarrillo aumenta el riesgo de contraer esta enfermedad1.
- Los padres con bebés pequeños que están en alto riesgo deben evitar las multitudes durante los brotes de VSR, para reducir la probabilidad de exposición al virus1.
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